La exposición de los antifaces y la danza, que exponemos en
el vídeo al final del post, es el resultado de varias semanas trabajando en el
proyecto del juego de la gallinita ciega.
Como en todo proyecto, al principio estábamos un poco
perdidas pero rápidamente comenzamos el proceso de investigación. De alguna
manera, lo que más nos costó fue el pensar en nuestro antifaz ya que en cierta
medida queríamos que el antifaz además de que tuviera relación con el juego de
la gallinita ciega, tuviera sentido con la música que habíamos elegido y que
fuera original.
La música que elegimos para nuestro baile fue “La primavera”
de Vivaldi. Aquí os dejamos un vídeo en el que se puede escuchar tanto la
primavera como las demás estaciones: verano, otoño e invierno. Las cuatro
estaciones es el título de un libro de cuatro conciertos para violín y orquesta
(La primavera, El verano, El otoño y El invierno) del compositor italiano
Antonio Vivaldi. De todas las estaciones nos decantamos por la primavera ya que
nos gustaba lo que nos transmitía: alegría y vitalidad.
¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza a alguien
cuando piensa en la primavera?, a nosotras lo que primero se nos vino fue la
palabra “flor”. Por eso mismo, le dimos a nuestro antifaz un toque primaveral,
con colores vivos y realizamos lo que eran las plumas de la gallina en el
antifaz simulando los pétalos de una flor. También realizamos un pañuelo para
vendarle los ojos a la “gallinita ciega” con los mismos colores que el antifaz.
Por otro lado, para crear el baile lo que hicimos fue
escuchar varias veces la melodía, de forma que identificamos las partes que se
repetían en el fragmento de canción que habíamos seleccionado para que los
movimientos fueran los mismos en las frases musicales que fueran iguales, nos
basamos también a la hora de estructurarlo en lo que es el juego de la
gallinita ciega y tratamos de plasmar los cambios de intensidad con movimientos
de brazos altos y bajos.
Para la sonoridad, al principio pensamos usar unos
cascabeles en los antifaces, pero queríamos utilizar algo que fuera más
original y que no fuera lo mismo que habían pensado todos los grupos. Por lo
tanto, después de pensarlo bastante, decidimos hacernos unas pulseras con
varios macarrones colgando ya que al colisionar entre ellos emitirían sonido.
Los macarrones los pintamos de rojo para que fuera en sintonía con el antifaz.
Para finalizar queremos decir que nos ha parecido una
actividad muy adecuada para llevarlo a la práctica con niños pequeños, en la
que pueden trabajar muchos aspectos. Como decíamos al comienzo del post,
dejamos el vídeo del momento en el que realizamos el baile en el que lo
exponíamos tanto a las dos profesoras con las que hemos realizado el proyecto
como a los demás compañeros.
Desiré Arjona Laynez
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