viernes, 17 de abril de 2015

Desarrollo musical de 0 a 3 años

Simplemente si buscamos en Internet música e infantil podemos ver la cantidad de información sobre los beneficios que a los niños desde edades muy tempranas.

En este post queremos recoger cómo se va desarrollando un niño cualquiera desde su nacimiento hasta los 3 años de vida, centrándonos en tres aspectos como son el canto, la audición y la psicomotricidad enfocada a la realización de ritmos tanto con instrumentos como con el propio cuerpo y la expresión corporal.

En cuanto al canto, los primeros cuatro meses de vida emiten sonidos sin estructura rítmica. A partir de los seis meses y hasta el año aproximadamente los niños empiezan a balbucear las primeras vocales o sílabas, emitiendo frecuentemente sonidos nuevos. Pero no es hasta el año, cuando empiezan a realizar un canto impreciso, poco a poco empezarán a canturrear espontáneamente de forma desafinada. De los dos a los tres años, van repitiendo canciones que han aprendido primero con las palabras, luego el ritmo y la melodía. A los tres años ya son capaces de reproducir frases de canciones que hayan oído.

La audición se desarrolla desde dentro del vientre materno el feto empieza a oír, procesando, reteniendo y comprendiendo. La cualidad del sonido que más atrae al bebé es el timbre, especialmente el de voces que conoce. Cuando nacen reaccionan ante aquellos sonidos que escuchaba en el vientre materno. A partir de los cinco meses comienzan a distinguir el lenguaje de otros sonidos y ya reconocen algunas de las canciones que más escuchen y a los ocho reconocen cambios de melodías y de ritmos. A partir de los dos años se puede aprovechar la atracción que tienen por la música y por los instrumentos como panderos, campanillas, triángulos o cascabeles. A los tres años ya son capaces de diferenciar entre ruido y música.

Haciendo referencia a la psicomotricidad, no es hasta aproximadamente los cuatro meses cuando los niños empiezan responder a la música a mover brazos, piernas y cabeza al oír cambios de ritmo o altura. A partir de los ocho incorporará las palmadas y tirará objetos para escuchar el sonido al caer, poco a poco intentará regular los movimientos con la música. Al año y medio irá progresando respondiendo a la música con una actividad de su cuerpo plena, desarrollando progresivamente el sentido rítmico y la coordinación gracias al proceso de la mielinización. Además, es capaz de percutir música.

Cuando llegan a los tres años de edad estos tres puntos anteriores lo relación con un carácter completamente lúdico. Lo cual hace de la educación musical algo interesante y divertido para los niños. 

A continuación queremos adjuntar un vídeo famoso que muestra la respuesta de un bebé al escuchar la voz de su madre, la cual le provoca una gran emoción.



Desiré Arjona Laynez



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